El mejor sendero calidad, productividad y competencia.
- eficienciaenlaindu
- 25 mar 2016
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En virtud de los adversos efectos de la globalización, un gran número de PyMEs muestran síntomas de declive, debido entre otras cosas a la intensa presión ejercida por sus competidores en forma de precios bajos de venta, mayor disponibilidad de la oferta, mejoras en servicio, mayor confiabilidad, etc. Las organizaciones que han mostrado ser exitosas pese a este fenómeno, son aquellas que logran exceder las expectativas de sus clientes y con ello se logran separar de su competencia. Para alcanzar este nivel de competitividad, es necesario que las organizaciones establezcan sistemas funcionales que incentiven el crecimiento de los factores de calidad y productividad.
Hablemos de calidad, productividad y competencia, comprendamos los conceptos, implementemos estrategias que cubran estos aspectos, que nuestros objetivos estén permeados de la mejora continua y que sean el tema principal para lograr nuestras metas; todo lo demás después de eso, será logros y buenas cosechas.
Calidad
Aunque existen barias definiciones para el concepto de calidad, que va desde las más tradicionales como la de Crosby que la resume simplemente “en el cumplimiento de especificaciones”. O la definición de la American Society for Quality Control (ASQC), que la interpreta como “la totalidad de aspectos y características de un producto o servicio que permite satisfacer necesidades implícita o explícitamente formuladas”. A un concepto más moderno como el de adecuación al uso de Juran, en el que se explica la calidad como “el conjunto de características de un producto que hacen que este cumpla las necesidades de los consumidores, creando satisfacción en los mismos mediante la ausencia de deficiencias”.
En forma general entre mayor sea el uso de buenas prácticas de producción, exista una administración de procesos de calidad y se genere una intención por un buen diseño del producto; mayor será el nivel de satisfacción de los consumidores, lo que derivara en un incremento en la participación del mercado.
Productividad
Tradicionalmente, el concepto de productividad se ha entendido como “la relación entre la producción de un bien y los insumos requeridos para su elaboración” (Rivas Tovar, 2003). Definición que durante décadas sirvió como marco de referencia para que se dirigieran las operaciones a las áreas principalmente de producción de las organizaciones, sin embargo tal y como menciona Rivas Tovar; el significado de productividad lleva implícito varios conceptos que le dan un enfoque distinto pero integral a la vez, tales como: Eficiencia, eficacia, rentabilidad y competitividad.

Hoy en día, el nuevo significado de la productividad rompe con la vieja interpretación de que productividad significa simplemente incrementar la producción, y de que este concepto solo es exclusivo de las áreas de producción; además de la errónea interpretación de que productividad (cantidad) y calidad (cualidad) son conceptos opuestos tanto en su origen como en la definición de su objetivo. Productividad no es solo incrementar la producción, una organización puede incrementar su producción sin que la productividad suba, por ejemplo, si los cotos se elevan desproporcionadamente (Sumanth, 1984). El fracaso por un lado y el éxito por el otro de diversas organizaciones, prueba que la relación entre calidad y productividad es directa, y que una mejora en la primera resulta en un beneficio en la segunda, por la simple premisa de que la calidad disminuyen los costos de devolución y/o garantías; con lo que se reduce costos y la productividad se incrementa.
Competitividad
Solleiro y Castañon (2005), establecen que la competitividad de una organización es el resultado de la combinación que se da entre el adecuado manejo de los siguientes elementos internos de los que la organización tiene el control:
- Selección de portafolio de productos
- Selección de la tecnología y equipos
- Organización interna
- Compras
- Investigación y desarrollo de proyectos
- Reclutamiento, entrenamiento y administración de los recursos humanos
- Mercadotecnia y distribución
- Finanzas y administración de costos
Para Industry Canada (1995), una empresa es competitiva cuando es rentable; Soleiro y Castañon (2005), complementan esta definición atribuyendo que la competitividad se alcanza cuando el costo promedio para la generación de un producto se ubica por debajo del precio del mercado.
Bajo este esquema se asevera que a nivel empresa, los principales indicadores de competitividad son: rentabilidad, costos, productividad y participación en el mercado. Hoy en día una organización es más competitiva entre mayor sea su capacidad de adaptar sus sistemas internos a su ambiente de negocio, y a las necesidades de sus diversos consumidores.
Bajo este análisis, solleiro (2005) desarrolla una definición bastante completa y moderna de competitividad a nivel empresa:
“…..capacidad de una organización para mantenerse o incrementar su participación en el mercado basada en nuevas estrategias empresariales, en un sostenido crecimiento de la productividad, en la capacidad inter empresarial para participar en negociaciones con diferentes instituciones y otras compañías dentro de su ambiente, en la existencia de un ambiente competitivo determinado por el sector y el mercado de los consumidores y en políticas introducidas por los gobiernos nacionales y alianzas económicas regionales”.
En un sector tan homogéneo como lo es la industria láctea, donde sus líneas de productos son tan similares por no decir las mismas; toda diferencia por pequeña que sea es sin duda muy significativa, ya sea la imagen, la presentación, el sabor, textura, etc.; y que decir si los costos promedio de una empresa exceden a los de sus competidores, reduciendo su flexibilidad ante las negociaciones de precios, aminorando su poder adquisitivo, mermando inversiones y la capacidad de modernización.
Nunca es tarde para fincar cimientos fuertes donde asentar tu negocio aunque este tenga ya muchos años en el mercado; fija un rumbo, una meta, y así como encuentra árboles y pierdas en un sendero llena tu camino de objetivos reales, alcánzalos y cundo menos pienses abras llegado a tu meta pero no te detengas nunca fija otro destino y ponte en marcha.
Referencias
Investigacion Administrativa. Mexico, D.F., (#98). 2006
Manual para la Eficiencia Productiva de la PyME Quesera. Buenos Aires, Argentina. 2005

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